Sobre la conveniencia de mantener una «historia de la filosofía» en la enseñanza media

  • Vicente Ramos Centeno

Resumen

¿De qué se trata? Nos dice E. Bloch: «Lo que los amaestradores en el hogar y en la escuela persiguen es algo inverosímil: que el hombre consienta en todo lo que después se va a cometer con él. La voluntad es desviada amablemente o quebrada rigurosamente hasta que pasa a ser una sonrisa o una reverencia. El entendimiento es ejercitado de tal manera que no salga ya más del círculo de las preguntas y respuestas estereotipadas que esperan al empleado. Desde el punto de vista burgués lo único que se trata de lograr son servidores, y de ninguna manera, desde luego, lo que debería estar tan próximo a los oprimidos: vengado­res. En términos generales, el escolar debe ser llevado al denominador común de la época en que ha nacido» (BLOCH, E., El Principio Esperanza, T. III, pág. 13. Ed. Aguilar, Madrid 1980. Subrayado nuestro). Quizá estas palabras nos parez­can ya demasiado «modernas». Sin embargo, uno las considera excesivamente actuales.

Publicado
1987-07-02